LEXUS Y EL TOQUE HUMANO DE LOS TAKUMI MASTERS
Los ‘Takumi Masters,’ con más de 60 mil horas de experiencia
dan su toque artesanal a la construcción del Lexus
En un mundo digital y robotizado en donde lo artesanal parece ser algo del pasado, el trabajo meticuloso de buscar la perfección a través de miles de horas de práctica cobra un valor distinto, y en la planta de manufactura de Lexus, una de las más modernas del mundo, no falta el toque humano que rescata el concepto de que no todo puede ser reemplazado por la tecnología.
Según Maribel Bengoa, gerente de mercadeo de Lexus en Puerto Rico, las plantas manufactureras de Lexus son reconocidas como las más robotizadas del planeta, pero lo que definen su excelencia depende de un elemento que ningún robot puede igualar: el toque humano. Con prácticamente todos los pasos de la fabricación de este auto de lujo con el uso de la robótica, las plantas de manufactura Lexus cuentan con el trabajo meticuloso de lo que llaman los ‘Takumi Masters’.
Estas son las personas que han dedicado más de 60 mil horas en perfeccionar sus destrezas, y de manera artesanal se encargan de los detalles más delicados de la construcción de esta máquina. Supuestamente, una persona se hace experta cuando practica por al menos 10 mil horas una destreza. La teoría de las 10 mil horas, fue creada por el psicólogo Anders Ericsson y hecha famosa por el escritor Malcolm Gladwell, y asegura que el ser humano alcanza el virtuosismo tras dedicarle este tiempo a realizar una tarea. Los ‘Takumi Masters’ superan las 60 mil horas y son expertos adiestrados para exaltar sus sentidos para poder ver, sentir y hasta escuchar el motor para asegurar que cada auto que sale de la planta sea lo más cercano a la perfección posible.
“La diferencia entre manufacturar un producto en plantas robotizadas y confeccionar detalles con manos expertas, es que durante el proceso artesanal se conocen todos los detalles del producto, íntimamente y hay un tipo de perfección que sólo es posible a través del toque de humano. Hay un cierto grado de belleza y perfección en algo que se hace a mano, pero toma mucho tiempo perfeccionarse.”, explicó Bengoa.
Maribel agregó que, con los avances de la tecnología, se ha llegado al punto en la historia en donde la inteligencia artificial puede aprender en un instante lo que a un ser humano le toma toda la vida y esto le da más valor a cuando una empresa integra en sus productos el tiempo y la experiencia artesanal de un experto, como lo hace Lexus.
“El toque humano tiene un rol protagónico en la línea de producción de los vehículos Lexus y unidos a las tecnologías robóticas de las plantas de manufactura, son personas expertas las que detectan cualquier irregularidad, por pequeña que sea.
Los ‘Takumi Masters’ traen el toque humano, que se une a la innovación tecnológica, porque su meticuloso adiestramiento agudiza sus sentidos para ver, sentir y escuchar elementos vitales de estas máquinas, que son manufacturadas con la perfección como meta. Hasta los robots crean imperfección y por eso, estos maestros que han desarrollado sus sentidos de manera casi sobrenatural, tocan cada pulgada de los vehículos buscando imperfecciones en la carrocería y miran detenidamente la pintura. Algunos plantean que con el tiempo desaparecerá el toque humano artesanal en la medida en que acelera la inteligencia artificial, pero para Lexus el toque humano sigue siendo la piedra angular de su manufactura y es más invaluable que nunca.
El toque de los ‘Takumi Masters’ es vital porque estos expertos tienen sus sentidos desarrollados por su dedicación y práctica, se aseguran de que no haya imperfecciones en el color, el sonido y hasta en el interior de cada vehículo, asegura Bengoa.
El toque humano también aplica a los expertos que hacen las pruebas de manejo. “Creamos el conductor perfecto. Toma 2,000 vueltas a la pista para adiestrar sus sentidos para que puedan detectar la más leve desviación de la perfección. Sólo ellos pueden probar un carro de esta producción”.
Destacó que el rol de los ‘Takumi Masters’, reafirma que Lexus está invirtiendo tiempo y experiencia en una obra importante, única. “En el mundo moderno, en donde todo es inmediato, alguien que se toma el tiempo y que no toma atrechos para perfeccionar una destreza representa un estilo y una visión de vida distinta. En un mundo en donde la inteligencia de las cosas está a la vuelta de la esquina, el proceso artesanal se percibe como algo esencial que protege nuestra humanidad. Parte de ese artesano Takumi Master es lo que vemos en cada auto, es lo que establece la relación entre ese ser humano que trabaja en la manufactura y el consumidor, que escoge el vehículo. Se reduce a la relación entre personas y lo que el toque humano trae a la marca que la tecnología nunca logrará”, reiteró.
