FLY THE WHALE HACIA SCRUB ISLAND
En un sondeo informal, realizado entre conocidos, quisimos descubrir cuáles son esas características que hacen que una persona se decida por un destino de lujo o por otro. Entre las respuestas, la que más se repitió, la que fue consistente, fue el trato.
Scrub Island Aerial.
Con esto en mente, nos dimos a la tarea de descubrir cuál es el hype, qué es lo que hace tan especiales a la línea de aviones chárter Fly the Whale y a Scrub Island, una de 60 islas, islotes y cayos que componen las Islas Vírgenes Británicas (BVI, por sus siglas en inglés).
Hasta para los británicos, de cuyo reino forman parte, las BVI son un spot relativamente secreto, lo que se explica porque no hay vuelos directos desde los países que componen el Reino Unido. Si se utiliza un avión comercial, los británicos solo pueden llegar a las BVI haciendo escala en Puerto Rico, entre un puñado de islas del Caribe.
En nuestra isla, mencionar BVI es sinónimo de playas prístinas y destinos de lujo, que alcanzan su punto máximo de disfrute –se piensa regularmente– cuando se llega a las islitas, entre las que se cuentan Tórtola, Anegada, Virgen Gorda y Just Van Dyke, en una embarcación privada.
Scrub Island Airport Aerial.
En este tipo de embarcación o en avión desde Puerto Rico es posible llegar a las BVI, pero una nueva opción lleva la experiencia VIP a otro nivel.
Conocimos de Fly the Whale a través del espectacular Scrub Island Resort Spa & Marina, Autograph Collection, ya que, entre los miles de atractivos de la hospedería, se añade ahora la posibilidad de utilizar el servicio de Fly the Whale e incluirlo en su paquete de estadía.
Nuestra experiencia con Fly the Whale Desde el inicio, la experiencia vivida con Fly the Whale fue de primera. Llegamos a Jet Aviation, al lado del Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín y la Base Muñiz, en Carolina, desde donde saldría nuestro vuelo chárter hacia las BVI un domingo a las 10:00 a. m.
Desde nuestro arribo al terminal, nos hicieron sentir como los más consentidos. El elegante edificio con área de espera tiene un amplio espacio con cristales que permiten mirar hacia afuera, y una estación con café y agua, entre otras bebidas, y alimentos sencillos.
A la hora indicada, salimos en nuestro avión privado, un Cessna 208 –que acomoda a nueve pasajeros, y tiene minibar y baño–, hacia el Aeropuerto Internacional Terrance B. Lettsome, en Beef Island, una pequeña islita unida a Tórtola, la más grande de las Islas Vírgenes Británicas, gracias al puente Queen Elizabeth.
Al llegar al aeropuerto de Beef Island, en el que nos recibieron en un área privada, nuestra experiencia continuó en su curso ascendente. No solo fue impresionante que nuestro vuelo durara apenas 30 minutos, sino que, al llegar a la cómoda área VIP, nos topamos con la sorpresa de que los documentos necesarios para aduana ya habían sido completados prácticamente en su totalidad. Una miradita, una firma, ¡y ya! ¡Cero papelería tediosa!
North Beach.
Luego de tan “dificultosa” llegada, se nos ofreció, en la cómoda salita que tienen en el área, de entre los jugos, tés, cafés, vinos y licores que tienen disponibles. Una copa de vinito blanco fue la bebida escogida. Habíamos llegado a Scrub Island con el pie derecho.
"Nos complace el acuerdo de Scrub Island con la compañía de vuelos chárter Fly the Whale. Nuestro avión tiene nueve asientos, lucirá los logotipos de Scrub Island y se ofrecerá en paquete con nuestro inventario de diez villas de lujo, ofreciendo a nuestros huéspedes lo último en el paraíso de las islas privadas", manifiesta a IN Puerto Rico, en exclusiva, Scott McArdle, gerente general del hotel, sin poder ocultar su emoción por esta alianza novel.
La transportación había sido arreglada para llevarnos hasta Trellis Bay, pero decidimos caminar, ya que el puerto está a cinco minutos del aeropuerto… y las bellezas de paisaje y clima así lo requirieron. De este puerto sale un ferry provisto por el hotel, que te permite, en apenas cinco minutos, llegar a la maravilla que es Scrub Island Resort.
La transportación en ferry es muy común entre las islitas de las BVI. Todas están muy cerca y algunos de sus 27 mil habitantes trabajan en islas vecinas a las que residen. Turistas y residentes –estos últimos, de las personas más amables con las que te podrás topar en tu vida–, utilizan este excelente servicio.
Cinco minutos después de la llegada del ferry, por el que esperamos apenas diez minutos, ya estábamos en la hospedería, en la que nos recibieron con un refrescante Rum Punch y toallitas húmedas para pasar por la cara y el cuello.
Del hotel A Scrub Island Resort Spa & Marina, Autograph Collection solo se puede llegar en barco o helicóptero. Es un hermoso lugar que ha sido construido sacando el mayor provecho a los desniveles del montañoso terreno isleño, y el resultado es un oasis único.
Marina.
Esta hospedería, compuesta por habitaciones, suites y villas de ensueño, materializa lo que es un hotel-boutique, lo que es el lujo.
Tuvimos la oportunidad de hospedarnos en The Spinnaker House, una villa de seis habitaciones –todas las áreas tienen aire acondicionado– con algunas de las vistas más impresionantes que puedas tener desde Scrub Island y, muy probablemente, desde cualquier punto de las BVI.
The Spinnaker House.
Esta es la villa que se luce en el punto más alto del terreno de la hospedería, y la verdad es que, aunque estás en una de las islas más bellas del mundo, una vez llegas a esta maravilla arquitectónica, es muy normal y entendible que no quieras salir de ella.
En el tope de Scrub Island, la casa tiene una cocina gourmet completa, perfecta para las necesidades de un chef; comedor, baño privado en cada habitación amplísima, terraza con infinity pool, sala y espacios comunes. Es un sueño hecho realidad llegar a esta villa, que puede ser aún más impresionante con la contratación de mayordomo o chef personal durante tu estadía, lo que es posible hacer.
The Spinnaker House.
Desde esta casa tipo palacio ves a Virgen Gorda, Ginger Island y Tortola, entre otras joyas naturales.
Cuando vayas a Scrub Island, aprecia el espacio en el que estás, uno de los más bellos del mundo. Allí no hay prácticamente autos, no hay luces de tránsito… es otra vibra.
Pese a que los puertorriqueños también vivimos en una isla, y muchos de los que nos visitan consideran que vivimos en “Island Time”, el Island Time de Scrub Island toma otro significado. Al visitarla, ve sin prisa, ve con calma, ve para desconectarte y disfrutar de lo profundo, de lo importante: una buena comida, un día maravilloso, la personalidad afable y genuina de sus residentes, una naturaleza única con colores de mar que posiblemente no hayas visto antes... Esta es la magia –sin mencionar el trato de primera– de esta belleza montañosa.
North Beach.
Scrub Island Resort es un paraíso que cuenta con tres playas privadas: North Beach (con su propia piscina y bar and grill), una gema de aguas prístinas del mar Caribe que se extiende en mil pies de costa, y las playas Pavillion y Honeymoon; esta última, superprivada y a la que solo se podrás llegar en kayak.
Las tres son espectaculares, y significan un gran por ciento de lo que motiva a las personas a visitar, una y otra vez, este hotel.
Atractivos adicionales de Scrub Island Resort
Ixora Spa – El que ha sido descrito como uno de los “top 10 spas” en el Caribe, Ixora está en una de las villas, desplegado en tres mil pies cuadrados de puro lujo, relajamiento y tratamientos exquisitos. El elegante y relajante spa utiliza los renombrados productos Elemis.
La marina del hotel – Es la más nueva de las Islas Vírgenes Británicas, con 55 atracaderos de aguas profundas, para estadía corta o prolongada, y cinco espacios para megayates. Está situada al lado de la Marina Village en la hospedería, que tiene boutiques, tiendas y cafés, entre otros atractivos.
Cardamom & Co. – El restaurante signature de fine dining del hotel goza de vistas impresionantes de la marina y las islas vecinas. La comida es deliciosa, diversa, con una gran presencia de hierbas y especias que dan vida intensa a los platillos.
Cardamom & Co. Bar.
El hype en torno a Fly the Whale y este resort en Scrub Island es muy fácil de entender, según pudimos constatar en nuestra travesía y estadía, que, tristemente, se nos hizo muy corta. Tenemos un paraíso en todo el sentido de la palabra a 30 minutos en avión del nuestro… y por allí nos veremos otra vez.
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